Núm. 12 (2023)
Publicado:
05-04-2025
El artículo propone el estudio de un corpus de doce relaciones de desastres en romance desde la perspectiva retórico-poética. A través de un amplio recorrido entre los textos considerados, analizados en sus componentes esenciales (exordium, narratio, argumentatio y epilogus), se pretende definir las leyes temáticas, formales y estructurales que guiaban a los ciegos copleros y a los poetas de cordel en la composición de estos textos informativos y persuasivos a lo largo de los siglos XVI y XVII.
Las fuentes documentales que contienen la correspondencia de Quevedo que ha llegado hasta nosotros se encuentran principalmente en la Biblioteca Nacional de España, en el Archivo Histórico Nacional, en la Hispanic Society of America y en la Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander. La incorporación, hace algo más de dos años, de un nuevo manuscrito a la Biblioteca Nacional de España, convierte a este establecimiento en la institución que alberga la mayor y mejor colección de cartas de Quevedo: las dirigidas a Sancho de Sandoval (autógrafas en su mayor parte), al duque de Medinaceli y a Francisco de Oviedo y, ahora, las escritas a los jesuitas Pedro Pimentel y Juan Antonio Velázquez. De estas últimas cartas existe una copia en un manuscrito de la Hispanic Society of America que formó parte de la biblioteca de Gregorio Mayans. Según el testimonio que precede a las cartas, estas fueron copiadas de otro manuscrito. La incorporación, tras atravesar dos subastas, de un nuevo manuscrito a la Biblioteca Nacional con copias de esas cartas, plantea la posibilidad de que se trate del que sirvió de modelo a aquella copia. En este artículo vamos a revisar esta posibilidad a través del cotejo del contenido de ambos documentos.
En este artículo se analizan los lugares en los que Quevedo aporta en su comentario a los "Trenos" una o varias citas virgilianas y se indaga la función que en cada caso el autor les asigna.
En la Biblioteca del Palacio de Peralada –creada por los nobles mallorquines los hermanos D. Antonio y D. Tomás de Rocabertí Dameto en el último cuarto del siglo XIX y, a partir de 1923, proseguida por el bibliófilo D. Miguel Mateu Pla (1898-1972)–, se preservan ejemplares que pertenecieron a bibliófilos y coleccionistas de distintos puntos de España y Europa. En esta ocasión, se dan a conocer ocho pliegos sueltos de la primera década del siglo XVII, con paradero desconocido para algunos de ellos hasta hoy, adquiridos por Miguel Mateu; piezas únicas que pertenecieron a la extraordinaria biblioteca formada por el banquero y coleccionista inglés, Henry Huth (1815-1878) y, a su deceso, preservadas por su hijo Alfred Henry Huth (1850-1910). Para un mejor conocimiento de su procedencia se contextualiza con una síntesis biográfica de los protagonistas, el estudio de su exlibris, la escisión de sus colecciones bibliográficas y, finalmente, se aportan localizaciones actuales de relevantes obras de la paradigmática biblioteca preservadas en instituciones nacionales e internacionales.
En este ensayo se presentan y contrastan la Epístola al virrey de Azanza y el poemario Tiernos afectos…, de Manuel de Quiroz y Campo Sagrado, poeta barroco novohispano de finales del período virreinal, los cuales contienen ejemplos de poemas de carácter visual; se esbozan los vasos comunicantes que dichas obras y poemas establecen entre sí, así como con otros similares del mismo autor.
Se estudian las alusiones al método de correo utilizado en una carta del siglo XVII con comentarios negativos sobre el Buscón de Quevedo. Tras un breve repaso de los distintos sistemas de transporte epistolar en la época, el análisis de la misiva revela el uso de un mensajero particular (o propio) para su envío a un destinatario noble. Este dato es relevante para descartar una hipótesis que fecha esa carta en 1625, un año antes de la primera edición del Buscón, presuponiendo que fue remitida a través del correo ordinario.
Las interpretaciones sobre el patrimonio cultural de Santa Teresa han adoptado formas variadas a lo largo del tiempo, desde el análisis de su valor histórico y religioso, hasta su indudable estatus en la industria de objetos y reliquias. Sin embargo, en este artículo nos proponemos revisar otra parte de su legado, reflejado en su desafiante autoridad literaria, epistolar y pedagógica, en tanto estos tres espacios -el comunicativo, el íntimo y el comunitario- formaron parte de la elaboración de su propio modelo de santidad y de su inagotable y eficaz programa cultural y formativo.
Este artículo trata de recuperar y fundamentar la atribución de El Lazarillo a Juan de Valdés, ahondando en las razones esgrimidas por Manuel J. Asensio o, más recientemente, por Mariano Calvo. Empleando argumentos de tipo lingüístico, biográfico e intertextual, y cotejando El Lazarillo con obras de Valdés como el Diálogo de la lengua o el Diálogo de la doctrina cristiana, se concluye que, si el autor de El Lazarillo no fue Juan de Valdés, éste habría sido, como ya defendió Asensio en su momento, un autor excepcionalmente cercano a él, tanto en su biografía y en su personalidad como en su pensamiento y en su trayectoria literaria.
Describimos los incunables conservados en la Biblioteca Diocesana de Córdoba e identificamos los perdidos que habían pertenecido a la antigua Biblioteca Episcopal y a las bibliotecas de los colegios jesuitas de Córdoba y Montilla.
Se ofrece el estudio de un conjunto de textos poéticos copiados en las guardas de un ejemplar de la edición salmantina de 1582 del Hypotyposeon, de Martínez de Cantalapiedra. Entre ellos, se encuentra el soneto "Hermano Lope, bórrame el soné" –que se ha venido atribuyendo a Cervantes, a Góngora y a Julián de Armendáriz–, un nuevo testimonio muy cercano a la fecha de composición y con algunas variantes. Otro soneto, hasta ahora desconocido, presenta una sátira contra cierto poeta llamado Blasco. Diversos datos permiten defender la atribución de ambas composiciones al escritor salmantino Julián de Armendáriz.
Se reúnen los entremeses sueltos impresos en talleres cordobeses durante el siglo XVIII, conservados en distintas bibliotecas españolas y extranjeras, que muestran un aspecto inédito de la producción editorial de esta ciudad. Hemos localizado treinta y dos títulos a partir del material bibliográfico consultado. Se analizan y describen individualmente cada una de las ediciones con sus referencias bibliográficas y localizaciones de ejemplares.
Se expone la relación establecida entre dos proyectos de Humanidades Digitales: FactGrid, una base de datos enlazados creada específicamente para contener datos históricos, y PhiloBiblon , una base de datos biobibliográfica creada en la década de 1970. Se especifican los detalles técnicos de ambos proyectos y cómo utilizan las HD para su desarrollo. Además, es una puesta al día de los pasos que se han dado para integrar todos los datos de PhiloBiblon sobre textos romances en el entorno FactGrid. El futuro es halagüeño y prometedor para la relación entre ambos proyectos de HD.
Reseña de la obra de Tirso de Molina, La santa Juana. Tercera parte, edición de Isabel Ibáñez, Blanca Oteiza y Cristina Tabernero, primera edición crítica y anotada de la tercera comedia que Tirso de Molina dedicó a la religiosa franciscana Juana de la Cruz.
Reseña de la obra indicada
Introducción al monográfico La novela corta interpolada en el Renacimiento y primer Barroco. Se sintetizan las formas de difusión de la narrativa breve a lo largo del Siglo de Oro español y se estudian los diferentes grados de integración de las novelas cortas en obras de mayor extensión. Al hilo de este análisis, se ponen de manifiesto las principales aportaciones de cada una de las contribuciones al monográfico.
El presente estudio pretende ofrecer una amplia visión panorámica sobre el desarrollo de la novela áurea, a la luz de la habitual incorporación de novelas cortas, en su estructura narrativa. Conforme al principio de la variedad en la unidad, prácticamente todos los modelos novelescos de tal época incluyeron, a través de formas diversas, este género. Ello incrementa, sin duda, su relieve e importancia y evidencia cómo su presencia en la literatura áurea superó el ámbito exclusivo de las colecciones.
En este estudio se presenta un análisis sobre la pretensión que pudo tener fray Antonio de Guevara al componer su famoso relato Plática del villano del Danubio. El objetivo principal es estudiar, de un lado, la aspiración al reelaborar esta narración breve inserta en el Relox de príncipes (1529), orientada a la correcta administración de la justica conforme a la gestación del imperio de Carlos V en Europa y su gobierno en España, y, de otro lado, analizar el sentido de la plática en el propio texto, que viene marcado por el reflejo de la filosofía política especular y la originalidad literaria del autor.
El artículo ofrece una propuesta para la definición genérica de la novela corta (it. novella) de acuerdo con tres rasgos básicos que, al menos en sus orígenes renacentistas, combinan el predominio de la peripecia, el propósito del entretenimiento y la adecuación al marco (it. cornice) donde se interpola. De acuerdo con la anterior hipótesis, se analizan varias novelas interpoladas como la de las hermanas moriscas en los Coloquios de Palatino y Pinciano, El Abencerraje y la novela del buldero interpolada en el Lazarillo, entre otras compuestas desde mediados del siglo XVI.
El artículo indaga acerca de las circunstancias históricas, editoriales y literarias que propiciaron la elaboración de una versión 'pastoril' de El Abencerraje para su interpolación al final del libro IV de La Diana de Jorge de Montemayor. Tras analizar la incorporación del relato morisco a la secuencia editorial del texto pastoril, su génesis literaria, los mecanismos de composición y su función en la estructura de La Diana, el trabajo ofrece una hipótesis razonada acerca de lo sucedido que justificaría la preparación de una nueva edición crítica conjunta de ambas obras.
En los libros I y II de La Arcadia, Lope de Vega incluye la fábula de Alasto y Crisalda. Esta ficción en segundo grado surge como estratagema para desviar la conversación de un grupo de pastores. Se articula en torno a los conceptos de improvisación, interrupción y disimulo, aderezados con generosas dosis de erudición. En este artículo se examina cómo, a través de ellos, Lope ensaya nuevas formas de contar.
El viaje entretenido no solo proporciona información para la historia del teatro en España, pues en su peculiar estructura se inserta, fragmentada, una novela corta. La novela aparece dividida en tres partes dentro de una organización muy medida, en un libro donde la estructura es un rígido andamiaje. Rojas proyecta en la novela sus deseos de autor culto, en abierto contraste con el diálogo de los cuatro personajes que llena el viaje. La novela, además, funciona como descanso de la narración sobre la que se asienta el diálogo a cuatro voces, como relato escrito y retórico frente al tono conversacional del libro, como historia seria y compleja, como relato interrumpido que recupera el interés de los lectores cuando el diálogo entre los cuatro viajeros decae o se ha prolongado, como manifestación literaria de un “autor” que también quiere ser un autor.
El articulo analiza las cuatro novelistas insertas en el Guzmán de Alfarache desde una perspectiva funcional en cuanto a la totalidad de la obra e individual por lo que se refiere a la significación de cada una de ellas dentro de la narración que las acoge. Se intenta, además, interpretar tanto su función como su sentido dentro del marco retórico sincrónico que ofrece la propia obra, obviando interpretaciones diacrónicas.
Se plantea un estudio de la interpolación de El curioso impertinente en la primera parte del Quijote que tiene en cuenta el contexto de la prosa de la ficción áurea, los planteamientos narrativos de Cervantes a lo largo de su carrera literaria y la reflexión metaliteraria en su obra. Se indaga en las conexiones de la novela con el texto que la contiene, no solamente con la trama principal de don Quijote y Sancho, a partir de los ejes realidad-ficción y verdad-mentira, sino también a partir de las conexiones que se establecen con el resto episodios interpolados.
Tras considerar el hecho de que Cervantes, al escribir la famosa frase: "yo soy el primero que he novelado en lengua castellana", no quería hacer una referencia genérica a lo que por lo general se denomina como "novela corta" sino más bien a un género literario concreto, de procedencia italiana, que lleva la denominación de novella; tras tomar en consideración todo esto, y a través de un examen contrastivo entre una novella de Masuccio Salernitano y el cuento de Bonifacio y Dorotea en el Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, se llega a la conclusión de que en el texto de Alemán la dimensión axiológica se sobrepone a la lúdica determinando de tal modo una adhesión más intensa a los modelos tradicionales y autóctonos que a los moldes de la novela italiana y boccacciana. Mientras que Cervantes, comprometido en este juego comparativo con la novela del Curioso impertinente, demuestra su clara inclinación hacia un arte nuevo de escribir novelas inspirado por la lección de Boccaccio. Y en este sentido puede decirse que Cervantes fue realmente el primero en “novelar en lengua castellana”, si no fuera que…
En este estudio se abordarán las distintas estrategias de superposición textual que se confeccionan en los Cigarrales de Toledo de Tirso de Molina. El objetivo es el de mostrar que los segmentos novelísticos imbricados se amoldan a una construcción narrativa de tipo coordinativo, cuya variedad argumental queda homogeneizada precisamente por el ejercicio de novelar, un componente cardinal de toda la estructura.
El presente artículo pretende estudiar el modo de inserción novelesca en el que un texto escrito se lee en voz alta, con apariencia de ser una verdadera ficción, producida por un sujeto literario con plena conciencia del arte de novelar, aunque también se tiene en cuenta, como referencia comparativa, algunos casos de narraciones orales de novelas o de su lectura en tiempo presente. En primer lugar, se atenderá a los insertos escritos en narraciones exentas durante el trecho cronológico que va desde el Guzmán (1599-1604) al Quijote y su apócrifo, pasando por las Novelas ejemplares y luego se procederá al estudio de algunas colecciones de novelas con interpolación de relatos escritos. En este sentido, se analizarán varias colecciones de Salas Barbadillo y de Castillo Solórzano en una cronología que abarcaría entonces desde 1615, coincidiendo con el segundo Quijote, a 1626. Se concluirá con el caso de un interesante ejemplo de Castillo, La garduña de Sevilla, ya de 1642.