La educación ambiental siempre ha estado más o menos ligada a los sistemas educativos formales de diferentes países; a veces, reconocida en las Leyes de Educación, a veces como una práctica crítica y comprometida por parte del profesorado. El año 2020 ha sido el año del Covid-19, una pandemia global que ha cambiado el día a día y ha golpeado de forma más violenta a personas y países con menos recursos; esta pandemia significó que los estudiantes tuvieran que ser confinados en sus hogares y así perder el contacto con sus compañeras y compañeros, con la comunidad educativa, pero también con su entorno inmediato.
Del colapso a la esperanza, de las perspectivas simplistas a la complejidad, del voluntariado a la regulación social e institucional, de los problemas a las soluciones, de las aulas al entorno inmediato... La educación ambiental vuelve a ser una estrategia de formación y acción educativa hacia sociedades comprometidas, críticas, solidarias y justas.
Finalmente, recogemos el manifiesto presentado el Día de la Tierra, 22 de abril de 2020, una llamada de atención planetaria en el escenario marcado por el Covid-19.