La iglesia de barrio
O el debate sobre las nuevas identidades sacras en la ciudad
DOI:
https://doi.org/10.17979/aarc.2011.2.2.5070Palabras clave:
Iglesia, barrio, identidad, arquitectura sacra, ciudadResumen
Aspectos generales. La imagen de la parroquia. Bruno Zevi escribía ya en los años anteriores al Concilio: El edificio religioso, ¿se integra orgánicamente en el tejido urbano o lo rechaza? La configuración del templo cristiano ¿de qué manera refleja la realidad del tejido urbano en el que surge? La cuestión se reduce a un problema de expresión hacia el exterior, habida cuenta de que las variables formales y volumétricas provengan de conductas litúrgicas y proyectuales. Es por ello que el tema de la adecuación de la presencia de la parroquia en el barrio por medio del material –y por supuesto de la forma- abre un nuevo debate, que deambula entre lo que se llega a considerar un perfil industrial que no siempre agrada, la pretendida o disimulada –aceptada o rechazada- monumentalidad del templo, y en definitiva, la inmersión de la imagen de la iglesia urbana dentro del entorno urbano.
Imagen industrial. Con el desarrollo de las vanguardias arquitectónicas la imagen del templo se desprende de los signos condicionados por los estilos, y como consecuencia, busca nuevos ámbitos de expresión. Debido al universalismo que se busca para la arquitectura moderna, se llega a considerar en determinados ámbitos teóricos anular la diferenciación entre edificios religiosos y profanos.
De barrio. Esta nueva iglesia en la ciudad necesita una figuración explícita. Esto es debido a que, con el fin de que el discurso ritual sea claro, el signo ha de expresar su significado simbólico más hondo. En definitiva, la cuestión acerca de la imagen urbana del templo se mantiene como un debate vivo, dependiente de la posterior y progresiva mengua en la creación de parroquias en las décadas venideras, como la siempre cambiante apreciación de la dialéctica y los discursos del lenguaje arquitectónico.