El Anacreón castellano de Quevedo fue la primera traducción o paráfrasis completa al castellano de las Anacreónticas, un conjunto de odas dedicadas a cantar, sobre todo, el vino y el amor, escritas por diversos poetas griegos de épocas distintas. El humanista Henri Estienne (Henricus Stephanus), su primer editor, las atribuyó en el año 1554 al poeta arcaico Anacreonte, y esta atribución se mantuvo a lo largo de siglos. Quevedo decidió trasladar al español a “Anacreonte”, cuya obra admiraba profundamente y lo hizo en una hermosa paráfrasis poética, con comentarios a algunas odas.
Nuestra edición presenta algunas novedades: se ofrecen, por primera vez, las traducciones de algunos textos clásicos que Quevedo incorpora en sus comentarios y que solo se encuentran en un manuscrito de muy difícil lectura, conservado en Nápoles. Se localizan, además, todas las citas clásicas que aparecen en su obra y se identifican las ediciones que utilizó. Otra novedad importante deriva del hallazgo de nuevos manuscritos, que han servido para enriquecer la colación y mejorar el texto. La edición la hemos acompañado del texto griego y de las traducciones latinas que sirvieron a Quevedo para realizar su paráfrasis. Por último, el estudio y notas que se ofrecen pretenden ayudar a la comprensión de esta obra de Quevedo.