Contenido principal del artículo

Mónica Perarnau-Pauner
Servicio de Podología, Fundación Hospital de Puigcerdà (FHP) Residencia Sociosanitaria, Girona, España
España
Ana María Giménez-Arnau
Servicio de Dermatología, Hospital del Mar. IMIM. Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Barcelona, España
España
José Román Escudero-Rodríguez
Servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular, Hospitales de la Santa Creu i Sant Pau-Dos de Maig . Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), Barcelona, España
España
Antonio J. Zalacaín-Vicuña
Departamento de Ciencias Clínicas, Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud. Universitat de Barcelona (UB), Barcelona, España
España
Josep M. Rossell-Garriga
Departamento de Matemáticas. Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Barcelona, España
España
Vol. 6 Núm. 1 (2020), Artículos Originales, Páginas 1-11
DOI: https://doi.org/10.17979/ejpod.2020.6.1.5685
Recibido: ago. 2, 2019 Publicado: oct. 30, 2020
Cómo citar

Resumen

Objetivo: El propósito fue evaluar la relación entre onicodistrofia y la alteración venosa crónica.
Material y métodos: Se realizó un estudio observacional y transversal con 83 pacientes entre 40 y 84 años afectados de alteración venosa crónica, en un grado clínico de C0 a C6 en la escala CEAP. La valoración ungueal se llevó a cabo mediante iconografía y onicoscopia.
Resultados: Las mujeres padecen más onicodistrofia que los hombres. Ambas extremidades inferiores presentan igual afectación onicodistrófica. El primer dedo tiene mayor afectación onicodistrófica que el tercero, cuarto y quinto. En la extremidad inferior izquierda, el quinto dedo tiene mayor afectación que el segundo y cuarto. Para la extremidad inferior derecha, el primer dedo tiene mayor afectación que
el tercero, cuarto y quinto. Existe una asociación positiva entre la onicodistrofia en los pies y la enfermedad venosa crónica.
Conclusiones: La onicodistrofia se observa mayoritariamente entre las mujeres, afecta a ambas extremidades por igual, el primer y el quinto dedo suelen ser los más afectados, su prevalencia aumenta cuanto mayor es el grado de patología venosa crónica

Descargas

Los datos de descargas todavía no están disponibles.

Detalles del artículo

Citas

Sarteel AM, Merlen JF, Larere J. L´ongle en pathologie vasculaire.J Mal Vasc.1985; 10 Suppl. A: 199-206.

Flint WW, Cain JD. Nail and skin disorders of the foot. Med Clin North Am. 2014; 98 (2): 213-25.

Scher RK, Daniel CR III. Nails: therapy, diagnosis, surgery. 2nd ed. Philadelphia: W.B Saunders Company; 1997.

Baran R, Dawber R, Haneke E, Tosti A, Bristow I. A text atlas of nail disorders: techniques in investigation and diagnosis. 3rd ed. London: Martin Dunitz; 2003.

Tosti A, Daniel R, Piraccini BM, Iorizzo M. Color atlas of nails. Berlin: Springer; 2010.

Allevato MA. Diseases mimicking onychomycosis.ClinDermatol. 2010; 28(2): 164-77.

Helfand A. Foot problems in older patients: a focused podogeriatric assessment study in ambulatory care. J Am Podiatr Med Assoc. 2004; 94 (3): 293-304.

Kurz X, Kahn SR, Abenhaim L, Clement D, Norgren L, Baccaglini U, et al. Chronic venous disorders of the leg: epidemiology, outcomes, diagnosis and management. Summary of an evidence-based report of the VEINES task force.Venous Insufficiency Epidemiologic and Economic Studies.IntAngiol. 1999; 18(2): 83-102.

Gloviczki P, Comerota AJ, Dalsing MC, Eklof BG, Gillespie DL, Gloviczki ML, et al. The care of patients with varicose veins and associated chronic venous diseases: Clinical practice guidelines of the Society for Vascular Surgery and the American Venous Forum. J Vasc Surg. 2011; 53 (5 Suppl): 2S-48S.

Eklof B, Perrin M, Delis KT, Rutherford RB, Gloviczki P, American Venous F, et al. Updated terminology of chronic venous disorders: the VEIN-TERM transatlantic interdisciplinary consensus document. J Vasc Surg. 2009; 49(2): 498-501.

Eklof B, Rutherford RB, Bergan JJ, Carpentier PH, Gloviczki P, Kistner R. L, et al. Revision of the CEAP classification for chronic venous disorders: consensus statement. J Vasc Surg. 2004; 40(6): 1248-52.

Widmer LK. ed. Peripheral venous disorders: prevalence and socio-medical importance. Basel study III. Bern, Switzerland: Verlag Hans Huber, 1978.

Bradbury A, Evans C, Allan P, et al. What are the symptoms of varicose veins? Edinburgh vein study cross-sectional population survey. BMJ 1999; 318 (7180): 353-6.

Escudero Rodriguez JR, Fernandez Quesada F, Bellmunt Motoya S. Prevalencia y caracterısticas de la enfermedad venosa crónica en pacientes atendidos an atención primaria en España: resultados del estudio internacional Vein Consult Program. Cir Esp. 2014; 92(8): 539-46.

Rutherford RB. Vascular surgery. 6th ed. Philadelphia: Elsevier Saunders; 2005.

Baran R, Camacho FM, Mascaró JM, editores. Onicología. Biología y alteraciones de la unidad ungueal. Madrid: Grupo Aula Médica; 2006.

Lewin K. The normal finger nail.Br J Dermatol.1965; 77: 421-30.

Piraccini BM, Balestri R, Starace M, Rech G. Nail digital dermoscopy (ony¬choscopy) in the diagnosis of onychomycosis.J Eur Acad Dermatol Venereol. 2013; 27(4): 509-13.

El-HoshyKH, Abdel Hay RM, El-Sherif RH, SalahEldin M, Moussa MF. Nail dermoscopy is a helpful tool in the diagnosis of onychomycosis: a case con¬trol study. Eur J Dermatol. 2015; 25(5): 494–5.

Obesity: preventing and managing the global epidemic. Report of a WHO Consultation [Internet]. WHO Consultation on Obesity; 1997 June 3-5; Geneva. Geneva: World Health Organization; 2000 [acceso 7 de julio de 2018]. Disponible en: http://whqlibdoc.who.int/trs/WHO_TRS_894.pdf